lunes, 27 de septiembre de 2010

Composición solar:

De dentro a fuera son:

Núcleo: se el generador de la energía del Sol.

Zona Radiativa:: los fotones intentan escapar al exterior en un viaje que puede durar unos 100.000 años ya que son absorbidos continuamente y reemitidos en otra dirección distinta a la que tenían.

Zona Convectiva: se produce la convección (columnas de gas caliente ascienden hasta la superficie, se enfrían y vuelven a descender.)

Fotosfera: es una capa de unos 300 Km, es la parte que nosotros vemos, la superfície. Desde aquí se irradia luz y calor al espacio. La temperatura es de unos 5.000°C.

Cromosfera: sólo podemos verla totalmente por un eclipse de Sol.  Su densidad es muy baja,y  temperatura de medio millon de grados. Esta formada por gases enrarecidos.

Corona: capa de temperaturas altas y de baja densidad. Está formada por gases enrarecidos y gigantescos campos magnéticos que varían su forma.


Actividad solar


La energía producida en el interior del Sol es una cantidad más o menos constante. Pero la energía que escapa del Sol al resto del Sistema Solar cambia con el tiempo.  Por lo que se llega a pensar que el sol tiene una especie de campo magnético denominado imán solar. Que puede  controlar el transporte de energía.  Decimos que el modo en que el imán solar interactúa con el movimiento del gas y cómo este gas es capaz de ajustar su densidad y temperatura, son las claves que explican la variación de energía emitida por el Sol.
Durante mucho tiempo se ha conocido que el Sol no es una estrella sin rasgos distintivos o estables. Algunas de los fenómenos más importantes que forman parte de la Actividad solar se describirán a continuación
Las protuberancias activas cambian de forma en un intervalo de minutos y expulsan material solar, a velocidades del orden de 1000 km s-1, que asciende y desciende siguiendo, al parecer, las líneas de fuerza del campo magnético. Otras, quiescentes, no experimentan grandes modificaciones durante periodos de días.
Cuando el fondo sobre el que aparecen proyectadas las protuberancias es el propio disco solar, reciben el nombre de filamentos.

Origen del campo magnético terrestre:
La existencia del campo magnético de la Tierra es conocida desde muy antiguo, por sus aplicaciones a la navegación a través de la brújula. En el año 1600, el físico inglés de la corte de Isabel I, William Gilbert, publicó la obra titulada De magnete, considerada como el primer tratado de magnetismo. Gilbert talló un imán en forma de bola y estudió la distribución del campo magnético en su superficie.
Se estudió la  inclinación del campo de un  imán (tallado en forma de bola) coincidía con lo que se sabía acerca de la distribución del campo terrestre. Este experimento dijo que la Tierra era un gigantesco imán esférico. Posteriormente, los estudiosos del geomagnetismo observaron que, tomando en cuenta la declinación, la mejor representación del campo terrestre sería un imán esférico cuyo eje de rotación estuviera desviado a unos 110 del eje geográfico de la Tierra.

Hipótesis del magnetismo terrestre
Hay dos modos de producir un campo magnético: bien por medio de un cuerpo imanado, bien a través de una corriente eléctrica. Antiguamente, se creía que el magnetismo terrestre estaba originado por un gigantesco imán situado dentro de la Tierra (hipótesis del imán permanente). Ciertamente, la Tierra contiene yacimientos de minerales de hierro, y se cree que su núcleo está compuesto por hierro y níquel, sustancias altamente magnéticas. Si este núcleo, cuyo radio excede de los 3.400 km, es en efecto un imán permanente, el campo magnético terrestre puede muy bien ser atribuido a él. 
Sin embargo, las sustancias ferromagnéticas, como el hierro y el níquel, pierden su magnetismo por encima del denominado punto de Curie, que es de 770 °C para el hierro y de 360 °C para el níquel. Como la temperatura del núcleo es superior a estos valores (es mayor de 2.000 0C), ni el níquel ni el hierro pueden conservar su ferromagnetismo. El núcleo terrestre no puede ser, pues, un imán permanente.



Interacción del viento solar con el campo magnético de la Tierra y consecuencias.


El campo magnético terrestre presente en la Tierra no es equivalente a un dipolo magnético. sino que  presenta otro tipo especial de magnetismo. Es un fenómeno natural originado por los movimientos de metales líquidos en el núcleo del planeta y está presente en la Tierra y en otros cuerpos celestes como el Sol.
Se extiende desde el núcleo atenuándose progresivamente en el espacio exterior (sin límite), con efectos electromagnéticos conocidos en la magnetosfera que nos protege del viento solar, pero que además permite fenómenos muy diversos (orientación de las rocas en las dorsales oceánicas, la magnetorrecepción de algunos animales y la orientación de las personas mediante brújulas…)
http://www.madrimasd.org/informacionIDI/noticias/noticia.asp?id=39640