lunes, 24 de enero de 2011
Para combatir la obsolescencia programada:
Alargar la vida útil de los productos beneficia los recursos del planeta pero también ayuda a reducir la fiebre consumista de insatisfacción constante. Porque renovar tu vestuario, teléfono móvil o MP3 cada poco tiempo no sólo supone un alto coste para tu bolsillo, también es un gran perjuicio para el planeta. La base de todo reside en el dinero. Siempre es y será la misma historia, estudiar a las masas y manipularlas según las ocurrencias de los mismos… realmente estamos diseñados para gastar y así es como se sigue pudiendo producir.
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